La primera vez le faltaba algo a Venecia, anhelaba estar allí con alguien más sin saber aún que serías tú. Atravesé sus canales sin tí, entonces no lo sabía, pero algunos años después puedo volver de tu mano y perdernos buscando nuestro rincón en la ciudad flotante, y te podré cantar entre risas la dichosa canción... "Vamos juntos hasta Italia..."
Venecia, mayo de 2006