En esta ciudad que dicen es de grises, hay colores en los murales, en la música del metro, en las tiendas de segunda mano, en nuestras pisadas. Pasan de largo con sus historias, las mismas que en cualquier lugar.
Podrían ser bolsas de basura cubiertas de nieve en la acera.
2 comentarios:
El gris no deja de ser un color. Y, por mucho que se empeñen en pintarlo todo de ese tono... siempre estará rodeado de verdes y azules.
Un abrazo.
Me quedo.
La mirada que captura cada momento de la ciudad contiene todos sus colores, sus misterios, su tiempo, su alma.
Un abrazo!
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