Este diciembre he ido a uno de sus conciertos por mi propio pie, sin dejarme arrastrar, y nada más comenzar me quedé muda de nuevo, escuchando esto. Esta es mi canción de Navidad, porque son días raros.
Ábrelo, ábrelo despacio.
Di, ¿qué ves?. Dime, ¿qué ves? ¿si hay algo?;
un manantial breve y fugaz entre las manos.
Toca afinar, definir de un trazo
Sintonizar, reagrupar pedazos
en mi colección de medallas y de arañazos.
Ya está aquí
¿Quién lo vio bailar como un lazo en un ventilador?
¿Quién iba a decir que sin carbón no hay reyes magos?
Aún quedan vicios por perfeccionar en los días raros,
los destaparemos en la intimidad con la punta del zapato.
Ya está aquí
¿Quién lo vio bailar como un lazo en un ventilador?
¿Quién iba a decir que sin borrón no hay trato?
El futuro se vistió con el traje nuevo del emperador
¿Quién iba a decir que sin carbón no hay reyes magos?
Nos quedan muchos más regalos por abrir,
monedas que al girar descubran un perfil.
Ya empieza el celofán, y acaba en eco.
1 comentario:
Holaaaa.! Acabo de entrar en tu blog y me quedo, me encanta.!!
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