Esto se suma al montón de bares, restaurantes y discotecas. La gastronomía belga no es súper elaborada ni extensa, pero tienen platos de carne (a la cerveza) muy buenos y también puedes encontrar restaurantes de comida de cualquier parte del mundo. Además les gusta cuidar la estética de los locales y solo la decoración, el ambiente, la música hacen que merezca la pena entrar y tomarte algo. Cada uno con un estilo según lo que te apetezca ese día, una vuelta a principios del siglo XX, algo más minimalista, decoración con objetos recuperados… aquí encuentras lo que quieras.
Adoro todo lo que sea de segunda mano. Este es el paraíso de las antigüedades, los brocantes, las tiendas y mercadillos de segunda mano y el vintage. Todo se reutiliza. Si quieres deshacerte de algo, vas a les Petits Riens y lo donas y de paso te compras un mueble monísimo por 5 euros. Cada barrio hace su mercadillo al menos una vez al año (broncantes) y la gente sale a vender sus cosas viejas, pero no hace falta esperar tanto porque todas las mañanas en la plaza de Jeu de Balle hay mercado (el paraiso de las teteras y los platos). Que quieres dejar de ir vestida como todas las niñas de 15 años, te vas a Think Twice Ttwo o Vintage per kilo y te compras un jersey de los años 80 o una falda setentera. Una tarde te aburres, pues entras en la tienda de enfrente de Notre-Dame de la Chapelle y te pierdes entre su laberinto de trastos de otros siglos. O pasas las horas buscando entre libros viejos, discos y películas en el Pêle-mêle. Todo vale y todo es susceptible de ser transformado.
La arquitectura es otra de las cosas que me obsesionan. Intento observar todas las casas mientras paseo (por eso puedo caer en una zanja o tropezarme con un adoquín suelto, típico). Son estrechas y alargadas, y todas distintas. Unas más sencillas y algunas recargadas al máximo. Además hay montones de edificios Art nouveau (¡gracias Víctor Horta!), autenticas obras de arte con preciosas vidrieras, dibujos en las fachadas, aceros forjados en espiral... Nunca está de más salir a explorar nuevas calles y barrios y descubrir sus "maisons de maître".
No hay comentarios:
Publicar un comentario